El título original de esta película del joven director Jaume Collet Serra es Unknown, Desconocido, un título simple y rotundo que ya aventura la intriga que esconden los 113 minutos de metraje.
En Sin identidad, filme enteramente norteamericano con un envoltorio característicamente europeo, el doctor Martin Harris (Liam Neeson) llega a Berlín con su mujer (la ubicua January Jones) para una conferencia internacional sobre biotecnología y tras una serie de desventurados sucesos, descubre que alguien ha suplantado su identidad y le ha arrebatado a su mujer. Sin documentación y totalmente confundido por un accidente, deambula por un Berlín gris y helado tratando de descifrar lo ocurrido con el único apoyo de una taxista inmigrante (Diane Kruger) y un antiguo agente de la Stasi (Bruno Ganz).
El filme, que mantiene la intriga durante buena parte de la narración, cuenta con un catálogo memorable de secundarios alemanes como Bruno Ganz (El Hundimiento), Karl Markovics (Los falsificadores) o Sebastian Koch (La vida de los otros, El libro negro), que nos brindan alguno de los mejores momentos de la película, y recupera a un Neeson que en los últimos años parecía bastante desaparecido.
Con una factura técnica notable y una banda sonora a la altura del resto (John Ottman), viéndola no podemos menos que acordarnos de ciertas películas de Hitchcok - con rubia misteriosa incluida -, y a otras modernas pero no menos brillantes como El fugitivo. En definitiva, una buena película para disfrutar con momentos más que sobresalientes.
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