12 de agosto de 2009

JeiKey

Es un excéntrico total. Lleva unos sombreros muy raros. Tiene cara de colgado. Suele salir con un tocado de plumas a dar sus conciertos. Tiene una obsesión con la ropa deportiva de la marca Adidas y una obsesión aún mayor con los deportivos de gran cilindrada, en particular, con los que llevan un caballito rampante en el capó. Tiene un ego descomunal y monopoliza todos los videoclips. Canta más bien poco pero con estilo y tiene las patas como de goma. No es alto ni guapo, pero ni falta que le hace: Jay Kay es carismático.

Alucino cuando dicen que Jamiroquai es una banda, cuando cualquiera que los conozca sabe que Jamiroquai es el propio Jay Kay, el excéntrico al que acabo de referirme.

Dicen que Jamiroquai hace Acid Jazz y no tengo ni idea de lo que eso significa. Lo clasifico mejor si lo catalogo en Funk, incluso si lo relaciono con la música disco, que es una deriva de la música que han hecho en sus últimos discos. Se acercan peligrosamente al jazz, coquetean con otros ritmos cálidos como la bossa, instrumentan de forma original, y tienen unos ritmos y unas melodías que sencillamente dan ganas de bailar, y meten unos chutes de energía y de buen rollo por las mañanas cuando voy en el metro, que ríete tú del café, las pastillas o cualquier otra sustancia energizante de uso extendido.

Si no lo habéis oído, os lo recomiendo de veras. Y los vídeos como el de Virtual Insanity son una pasada.








1 comentario:

Madame Tafetán dijo...

Pero es que hay veces que vale más el hombre espectáculo como es el caso de Jamiroquai (que estoy de acuerdo contigo, mucho grupo mucho grupo pero es él) que alguien que cante especialmente bien pero nada más: de esos hay muchos casos. Falta el carisma y muchas más cosas, que es lo que tiene Jamiroquai (o Robbie Williams, que en menor medida también tiene sus cosillas de geniecillo)