21 de julio de 2009

Matisse 1917-1941

El Museo Thyssen ha organizado una bonita exposición sobre la obra de Henri Matisse en su segunda etapa pictórica, de 1917 a 1941, y la que, según la propia exposición, viene a ser la más desconocida del pintor.

Hablamos de un momento en el que, tras viajar a Marruecos, Matisse parece dejar a un lado los temas y las formas más cercanas a Cézanne, a quien siempre admiró e imitó, para transitar hacia una pintura centrada en interiores, en figuras, en ornamentos algo barrocos, algo naif, lejos aún del Matisse más esencial de los últimos años.

Es la época de las preciosas odaliscas, de un color rebosante aunque bastante plano, y de algunas veleidades abstractas que presagian al Matisse más maduro de La danza o de los collages más estilizados (que es, tengo que decirlo, mi favorito).

Merece la pena porque nos transmite una visión de los cuadros, en mi opinión, bastante diferente a la que vemos en los libros, de un pintor escasamente representado en España y que nos devuelve una cierta ingenuidad pictórica que se agradece.

Por cierto, había un lleno importante en la visita nocturna, ahora que podemos ver los cuadros , sin tener que pasar calor y a la azulada luz de la luna...



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