3 de noviembre de 2009

Constructivismo


Otra de las exposiciones del año.

Por la magnitud de la exposición, por la cantidad de obras traidas (ni más ni menos que 350 piezas expuestas) y por lo poco habitual de este tipo de exposiciones en nuestro país. Sencillamente magnífica.

Me refiero a la exposición que bajo el título de Rodchenko y Popova, Definiendo el Constructivismo, ha organizado el Centro de Arte Reina Sofía hasta el 11 de enero. Una muestra que aglutina un enorme compendio de obras pertenecientes al brevísimo período entre 1917 y 1925. Y por qué ese período, os preguntaréis como hice yo. 1917 como año del estallido de la Revolución Leninista y 1925 como el año en que, la Exposición Internacional de París de Artes Industriales y modernas consagraba definitivamente a este movimiento.

El Constructivismo fue un movimiento nacido de la iconoclastia en un entorno, el de una cultura ortodoxa, donde precisamente los iconos y la representación simbólica, obraban un papel fundamental.  Fue una reacción a la pintura de caballete y de dos dimensiones, de carácter burgués. De la necesidad de hacer tabula rasa de toda representación, brotó un movimiento abstracto geométrico en el primaban la línea, el color y el movimiento de los planos, heredero directo de Kandinsky y de Malevich.

No obstante, este movimiento evolucionó hacia nuevas formas de expresión como el cartelismo propagandístico - impresionante -, el diseño industrial, la fotografía, el teatro o el cine. La exposición narra muy bien esta paulatina pero vertiginosa transformación de un movimiento artístico que quiso definirse como una ideología de lo colectivo.

Color, líneas, luces, planos, grafías, movimiento, todo ello en armónica danza en una preciosa y muy inspiradora propuesta que requiere de tiempo y ganas de dejarse emocionar.

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