
Con la colaboración del Museo D'Orsay de París, que ha prestado un buen número de obras, entre ellas, la preciosa Mediterránea de Maillol que podéis contemplar a la derecha, la exposición, muy bien planteada, nos muestra de una forma inteligible y coherente los primeros pasos de escultores como el propio Maillol, Archipenko, Gargallo, Lehmbruck, Brancusi o Picasso, y su necesidad de encontrar nuevos lenguajes plásticos sin poder escapar de la sombra del dramatismo rodiniano.
Es interesante comprobar cómo partiendo de la tensión, el exceso y el movimiento doloroso y contorsionista de Rodin, asistimos en estas esculturas a la estilización más vanguardista, teñida de cubismo, por un lado, o a la serenidad reposada y carnal, más propia de la vuelta a la concepción escultórica clásica. Se pierden las formas, los volúmenes y el realismo, y se entronca con lo tribal, con lo griego, llegando a una idealización casi abstracta de las obras. Definitivamente en ese momento, ya había llegado a la escultura, el siglo XX.
Impresionante exposición que gira en torno a la línea, el volumen, la forma y la ruptura con la forma de entender la escultura de Rodin pero sin perder de vista su enorme referencia.
http://www.exposicionesmapfrearte.com/olvidararodin/


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