11 de agosto de 2010

Me dejé el corazón en San Francisco

Conocí a Julie London de casualidad, en una de esas compilaciones de música de jazz vocal. Puse esta canción sin saber la maravilla que se encerraba tras de ella. Y me quedé enganchada a su voz, suave terciopelo, sensualidad teñida de nostalgia, puro swing, y una forma de cantar elegante, ya caída en desuso. La propia Julie, pelirroja tremenda del estilo de la Hayworth, es el prototipo de femme fatale de turbio pasado, derrochando, en este vídeo, clase y femineidad con las enormes pestañas postizas, y ese ajustado vestido de lamé dorado, cual sirena nacida mujer de entre las espumas rotas de las olas. Creo que nunca Julie cantó de forma tan conmovedora como en esta inolvidable I left my heart in San Francisco.   


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