26 de febrero de 2010

En tierra hostil

En tierra hostil es sin duda alguna, una de las películas que más me han gustado de los últimos tiempos. Dicen que refleja de manera bastante aproximada lo que es estar en una zona de conflicto como el de Irak. No sé si eso es cierto, pero lo que sí sé es que estuve en tensión desde el primero hasta el último minuto del largometraje.

Fue muy interesante. Estuve viéndola un domingo por la tarde en un cine de la calle Fuencarral, cuyo aforo rebosaba de señoras que en conjunto, superaban con soltura la frontera de los sesenta; arregladas de peluquería, enjoyadas y con pieles, la amplia mayoría en grupos femeninos, con sus maridos, una parte bastante menos significativa. Vamos a ver esa de entierrahostil que la ponen tan bien y la ha dirigido una mujer, se dirían. 
Yo, ojoplática, más allá de cuestionarme su criterio cinematográfico o  quién se habría tomado la molestia de recomendarles el filme, me preguntaba si se habrían traído un quitamanchas para la sangre.

Y eso que el filme de Kathryn Bigelow, con una sólida reputación en Hollywood, primero como guionista y luego como productora y directora, incluida la inquietante Strange Days (Días Extraños), no es especialmente sangriento. Pero masticas polvo, hueles el explosivo e intuyes la desgracia desde el minuto uno en que la primera imagen que se nos muestra es una calle irregular, pedregosa y polvorienta, como si fuera la superficie de Marte, y uno de esos robots de cuatro ruedas, teledirigidos y con un brazo mecánico que, lejos de ir en misión de reconocimiento y en búsqueda de muestras, nos recuerdan penosamente a los que utilizan los artificieros en España para desactivar coches-bomba. Un largo plano secuencia que, curiosamente, presenta sospecho que poco casuales paralelismos con algunos planos de los clásicos del Western.

Fuerza narrativa. Impacto visual. Sin concesiones al sentimentalismo ni moralinas. Acción en estado puro es lo que ofrece esta película interpretada por unos actores tan eficaces como desconocidos (excepto por dos cuasi-cameos de Guy Pierce y Ralph Fiennes); y 8 nominaciones a los Oscars 2010 incluidos a mejor película, mejor director y mejor actor principal. Gran espectáculo.

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