10 de octubre de 2009

De cuándo acá nos vino

Intento ir todos los años a ver una obra de teatro clásico, de teatro en verso del Siglo de Oro español. Al principio me cuesta un poco meterme en las obras, con esos giros verbales y esa forma tan distinta de hablar. Pero siempre salgo contenta, plena.

El teatro de los Lope, Calderón, Tirso, Luis Vélez de Guevara, Ruiz de Alarcón, Moreto, o muchos otros, puede a veces parecernos trasnochado, incluso lastrado por las costumbres, los valores imperantes o los prejuicios de la época.

Sin embargo, goza de una fuerza dramática formidable, te atrapa, te zarandea incluso te da qué pensar. Pues en algunos casos es inusitadamente moderno, y plantea cuestiones plenamente vigentes en la actualidad o que nos sugieren transformaciones y crisis en la mentalidad de la época. Recuerdo con especial interés todas aquellas obras en las que las mujeres asumen roles protagonistas, activos, lejos de lo que les era permitido en la sociedad de esos momentos. Personajes femeninos memorables que se rebelan contra su destino, contra lo que se espera de ellas y contra lo que el entorno marca como su natural sendero. O aquellas piezas en las cuales, para conseguir sus propósitos, los personajes femeninos se travisten de hombres, salvando así los obstáculos que las costumbres les imponen.

En la obra que acabo de ver, De cuando acá nos vino, de Lope de Vega, hay personajes femeninos muy modernos con conductas más que cuestionables, y un montón de enredos y movimiento escénico. El elenco está muy bien, la obra es vivaracha y divertida, y se ha cuidado mucho el vestuario. Además, hay música en directo. Una obra casi desconocida totalmente recomendable para reir y salir content@ del teatro.

1 comentario:

Linlang dijo...

puede decirme que el marco historico en este obra