11 de septiembre de 2009

Mangas y capirotes

Mucho antes de saber que existía una clase de tebeos japoneses denominados "manga", yo ya leía tebeos japoneses. Habíamos mamado la cultura del manga sin saberlo. Porque desde muy pequeñit@s, nuestros dibujos animados favoritos eran los japoneses. Cómo me gustaba La abeja Maya, Heidi, Ulises, Mazinger Z, o Candy Candy. Mi madre apagaba la tele en cuanto se oía esa cancioncilla que empezaba "en un puerto, italiano, al pie de una montaña...", preludio de la tristísima serie de Marco y preludio también de gruesos lagrimones resbalando por mis ojos, con mis tiernos tres o cuatro añitos. En la adolescencia vinieron otras series (Campeones, Bola de dragón, Sherlock Holmes, Ana de las tejas verdes, Lupin etc) y los inevitables tebeos. De aquella época me quedó el gusto por la animación japonesa, de manera que hasta hoy veo dibujos japoneses, que se siguen programando con profusión en el horario infantil de las parrillas televisivas españolas.

Yo no lo sabía pero, en mi memoria visual de todos los tiempos, Hayao Miyazaki había dejado, con sus historias llenas de ternura, una huella indeleble. Hayao Miyazaki, considerado hoy como uno de los más grandes animadores de la historia de los dibujos animados, estuvo involucrado en algunas de mis series favoritas - y no tan favoritas -, de la infancia (Heidi, Ana de las tejas verdes, Lupin, Sherlock Holmes, El perro de Flandes o el propio Marco), y en muchas otras series de televisión que nunca llegaron a España, en los años setenta y ochenta.

En Occidente el reconocimiento de su brutal genio creativo le ha llegado en los últimos años, como director de filmes tales como El viaje de Chihiro (Oscar a la mejor película de animación, y primera vez concedida a un anime), Ponyo en el acantilado, o La princesa Mononoke Sin embargo, su trayectoria como animador, guionista y productor, se extiende durante más de tres décadas, y vinculada al prestigioso Studio Ghibli del cual es confundador. Miyazaki es un genio sin discusiones. Sus historias te atrapan en su mágica fantasía, con atractivos y complejos personajes incluyendo a personajes femeninos fuertes e independientes; con narraciones que siempre nos hablan de la dificultad de conjugar la naturaleza con la tecnología, y que nos hablan del coraje, de la lucha por la vida y de la fuerza del amor. Los personajes infantiles cobran un protagonismo propio. Las tradiciones culturales tiene un peso significativo, y siempre vemos elementos recurrentes a todas sus historias como un gusto por la aviación, los cerdos o los gatos.

Si el trabajo de Miyazaki ya es en sí atractivo, en lo puramente fílmico debemos destacar la fructífera colaboración con Joe Isaishi, responsable de algunas de sus bandas sonoras más memorables, lo que convierte a sus filmes en verdaderos espectáculos.

Aquí os dejo un fragmento de una de sus películas poco conocidas con un doblaje al español "latino".


3 comentarios:

Uxio dijo...

Decepcionante el Museo Ghibli, en las afueras de Tokyo. Lo mejor es el edificio, que parece sacado de una de sus películas. Pero las salas se quedan un poco sosas... o quizás era que todo estaba en japonés. Eso sí, arrase total entre los japoneses. Estaba inundado de familias con sus niños. No había occidentales.

eMe dijo...

Gracias por la información Uxio. He visto la página web que incomprensiblemente,y para tratarse de uno de los estudios de dibujos animados más importantes del mundo, sólo está en japonés...Efectivamente, Miyazaki es casi mítico en Japón y creo que su obra no es suficientemente conocida en estos lares...

jack dijo...

que padre himagen yo tengo es pelicula bueno yo no pero mi hermana si se llama el viaje de chihiro es pelicula le encanta saludos estoy de acuerdo con le que escribiste yo igual puse casi todo esa informacion en un libro que tengo sobre japon y todo eso